Mariela tiene tres grandes pasiones en su vida y realizarlas le hace muy feliz; aunque en el último año y debido a los diversos cambios algunas están en un receso temporal.
Considero que lo que más adora hacer es: pintar, salir a tomar fotografías y leer. Este orden no indican un orden de importancia; pues cualquiera de las tres le causan gran satisfacción.
Considero que lo que más adora hacer es: pintar, salir a tomar fotografías y leer. Este orden no indican un orden de importancia; pues cualquiera de las tres le causan gran satisfacción.
Pintura.
De manera formal, comencé mis estudios de pintura a la edad de 20 años, en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, donde tomé un curso de tres años sobre dibujo y pintura. Creo que mi obra artística es buena, aunque se que solo conozco el “A,B,C” sobre pintura. Extraño llegar a mi salón de pintura, o como algunos le dicen “la cocina”; pues ahí hacemos las mezclas más singulares que se puedan imaginar. Pero confieso que lo que me gustaba era mezclar el óleo, con el aguarrás y el aceite de linaza; era una sensación quizás “alucinante”, pero lograba que sintiera que en verdad estaba trabajando.
De manera formal, comencé mis estudios de pintura a la edad de 20 años, en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, donde tomé un curso de tres años sobre dibujo y pintura. Creo que mi obra artística es buena, aunque se que solo conozco el “A,B,C” sobre pintura. Extraño llegar a mi salón de pintura, o como algunos le dicen “la cocina”; pues ahí hacemos las mezclas más singulares que se puedan imaginar. Pero confieso que lo que me gustaba era mezclar el óleo, con el aguarrás y el aceite de linaza; era una sensación quizás “alucinante”, pero lograba que sintiera que en verdad estaba trabajando.
Fotografía.
Sinceramente el curso de Fotografía en el que estuve solo un semestre, me ayudó a tomar fotos “decentes” y más cuidadas. La sensación del “cuarto obscuro” es otra experiencia indescriptible; y puedo decir que me acostumbre a trabajar en la obscuridad. Revelar de forma “artesanal” la fotografía en blanco y negro; o “plata sobre gelatina” como profesionalmente se le llama; es sensacional. Todavía recuerdo el día en que quedé fascinada como una niña, cuando vi como se iba formando momento a momento una imagen desde la charola del revelador.
Sinceramente el curso de Fotografía en el que estuve solo un semestre, me ayudó a tomar fotos “decentes” y más cuidadas. La sensación del “cuarto obscuro” es otra experiencia indescriptible; y puedo decir que me acostumbre a trabajar en la obscuridad. Revelar de forma “artesanal” la fotografía en blanco y negro; o “plata sobre gelatina” como profesionalmente se le llama; es sensacional. Todavía recuerdo el día en que quedé fascinada como una niña, cuando vi como se iba formando momento a momento una imagen desde la charola del revelador.
Lectura.
Para mi la lectura es proyección, es tener el poder de viajar desde un cómodo sillón o una hamaca a lugares que la mente va delineando gracias a la voz de las letras impresas. Creo que el amor por los libros llego a mi vida a una edad no muy temprana, pero doy gracias a que llegó y que gracias a eso hoy puede ser lo que “soy” y estar en este lugar. Los libros que más he disfutado son: “El llano en llamas” de Rulfo, “El amor en los tiempos del cólera” de García Marquéz y “El Alquimista” de Paulo Coelho.
Para mi la lectura es proyección, es tener el poder de viajar desde un cómodo sillón o una hamaca a lugares que la mente va delineando gracias a la voz de las letras impresas. Creo que el amor por los libros llego a mi vida a una edad no muy temprana, pero doy gracias a que llegó y que gracias a eso hoy puede ser lo que “soy” y estar en este lugar. Los libros que más he disfutado son: “El llano en llamas” de Rulfo, “El amor en los tiempos del cólera” de García Marquéz y “El Alquimista” de Paulo Coelho.


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